martes, 12 de octubre de 2010

Buscando ayuda

En esta entrada vuelvo a retomar el hilo de la historia del mobbing, aunque un poco antes del momento en que lo dejé. Vuelvo a los dos últimos meses que pasé en la celda de castigo, momento en que mi cabeza ya era un caos mental y decidí buscar ayuda.

Lo primero que hice fue afiliarme a UGT. Me pareció inútil afiliarme a cualquier sindicato médico ya que es muy patente que estos van totalmente de la mano de los macacos sanitarios. Además, tiene la ventaja de que la delegada sindical de UGT está ubicada en el hospital y se la puede localizar para cualquier consulta o problema.

Hablé con dos delegados de UGT, me dijeron que no hablarían con el Jefe del laboratorio pues habían tenido encuentros anteriores con él, lo conocían bien y sabían que es imposible hacerle entrar en razón. Así que me aconsejaron que dirigiera un escrito, comunicando mis problemas laborales y de salud, al Comité de Seguridad y Salud. Según los delegados, todos los problemas tratados en ese Comité son secretos y no salen fuera del grupo que lo forma.

En ese tiempo, tenía la espalda tan contracturada que me costaba mantenerme derecha, además tenía la tensión arterial alta, rinitis, mareos, dolor intestinal y ansiedad: así que lo segundo que hice fue dirigirme al servicio de Salud Laboral. Y también aquí me aconsejaron que me dirigiera al Comité de Seguridad y Salud. Estaban convencidos que el Comité me ayudaría y también me aseguraron que todo lo que se trata allí es secreto y muy secreto.

Y a eso me dediqué, a preparar una carta que explicara con cortesía mis problemas laborales y de salud; con la esperanza de que eso me ayudaría a encontrar la manera de recuperar la tranquilidad.

¡ Vana ilusión !. Para lo que me sirvió...