jueves, 21 de febrero de 2013

Este mundo es una mierda


Esto es lo que yo siento ahora mismo y desde hace mucho tiempo. Claro que a esto contribuye que estoy deprimida y lo veo todo negro. 
Llevo desde el pasado mes de septiembre empalmando enfermedades muy dolorosas, una detrás de otra. La última ha sido una gran infección en la barbilla que me ha dejado la cara hecha un asco durante dos meses. Llevo mucho tiempo quemada y arrastrando la depresión.

Siento que mi pequeño mundo del trabajo es un asco, pero es un reflejo a pequeña escala de lo que es la Sanidad. La Sanidad está dominada por macacos y maquiavelos que han conseguido convertirla en lo que es actualmente: una mierda.

El macaco Director de mi hospital es un inútil cuyo único objetivo en su trabajo es no saber nada de nada y no hacer nada de nada para que no puedan implicarlo en nada de nada.

El maquiavélico Jefe del laboratorio sólo tiene un pensamiento: que el laboratorio que él dirige es suyo, porque lo ha montado él, y que hará todo lo posible para que siga siendo suyo, caiga quien caiga, ya que el fin justifica los medios.

Siguiendo en su línea de actuación, al Jefe no le interesaba que yo volviera a trabajar, pues, actuando correctamente, tendrían que despedir al contratado que mantenía con la idea de echarme a mí. De aquí el intento de engañarme el primer día de mi reincorporación a mi trabajo.

Pero en Sanidad hay un recurso para mantener al contratado que interesa a los macacos y que no es necesario para nada: se llama “acúmulo de tareas”.
Así que para satisfacción del Jefe, encontraron una manera de que siguiera trabajando en el laboratorio, y tres días después de mi incorporación recibí una nota del Jefe diciéndome, con toda la chulería del mundo, que ya me podía incorporar a mi puesto de trabajo en su servicio.
¿Pero quien se ha creído que es? ¿Acaso se cree el Jefe que tiene más autoridad que un juez y que necesito su permiso para reincorporarme en mi puesto de trabajo? ¡Menuda chulería!

¡Qué deprimente que es todo!