Comencemos con la
palabra “primado”, es un término que tanto en castellano como en catalán no
significan nada relacionado con la memoria.
Primado: tanto en el diccionario
castellano, como en el catalán, la palabra “primado” la relacionan con la
iglesia. ¡Con la Iglesia hemos topado! Dicen que es un título honorífico
vinculado a la sede arzobispal, es el primero y más preeminente de todos los
arzobispos y obispos de un reino o región. Y el Primado papal es uno de los atributos más importantes del obispo de Roma (o Papa), sustentada en la creencia de que este es el sucesor de Pedro el apóstol. Ya me diréis que tiene que ver esto
con el cerebro…o, ¿puede que sí? Al fin y al cabo los que nos han implantado
siempre las ideas en la cabeza han sido los religiosos.
Pero vayamos al grano,
para mí “Primado Negativo” no quiere decir absolutamente nada.
Es la distorsión de
las palabras para confundirnos. Es a lo que juega la nobleza negra y ya paso a
denominarla por su verdadero nombre… ya sabéis, el Vaticano y sus acólitos.
¿Cómo puede ser que se
aferren a esas dos palabras hasta los psicólogos? Evidentemente, porque no
piensan y dan por bueno lo que el sistema establecido les inculca.
Y ya pasando a los
youtubers que no paran de machacarnos con el primado negativo, ¿cómo pueden
decir lo que continuamente nos transmiten las películas, sin haberse parado a
reflexionar si, por lógica, tiene algún sentido lo que nos repiten como
papagayos?
Yo me he leído libros
del siglo 19, cuándo la sociedad en Europa era un caos, exactamente igual que
ahora, y no hacemos más que repetir los mismos latiguillos que entonces. En el
siglo 19 los religiosos consiguieron crear un caos social y estaban peleados
todos los estamentos sociales. Pero había un chivo expiatorio al que le
acusaban de todos los males mundiales; este era el hebreo converso que se
suponía que había creado la masonería y participaba en ella, en sociedades
secretas. A ellos se les acusaba de beber sangre de los niños y de hacer
rituales sangrientos. Era el libelo de sangre, o calumnias de la sangre, que
eran alegatos en los que se acusaba a los judíos de asesinar a niños cristianos
para utilizar su sangre en la realización de rituales religiosos. Como veis,
nada nuevo bajo el sol.
Pero, digo yo, estamos
en el siglo 21, ¿no deberíamos utilizar más la cabeza?... pues se ve que no.
Parece ser que no hemos evolucionado mucho en estos dos siglos pasados.
Lo que nos implantan
en las películas son “Improntas Positivas”, dejémoslo claro. Nos meten en el
cerebro lo que los que manejan los hilos quieren. ¡Hay que hablar con
propiedad!
Es irracional decir que
nos lo repiten y nos lo repiten continuamente para que un tipo de gente,
absurdamente catalogado como no despierto, se rebote cuando los despiertos le
digan su verdad. Vamos a ver, yo no sé quien está más despierto si el que se
cree lo que dicen las películas o el que no.
La realidad es bien
sencilla, las películas transmiten, con mucha emoción, lo que la nobleza negra
quiere que creas y por eso lo repiten machaconamente. Las películas comunican
muchas ideas y cada persona capta las que coinciden con sus creencias. Hay para
todos los gustos, para los que se consideran despiertos y para los que ni se lo
han planteado.
Además, las películas
nunca dirán la verdad de la buena, nunca jamás, porque sería ir contra los que
realmente nos tienen esclavizados.
Dicen, los yotubers
enganchados al primado, que los malos, malísimos, son los “Iluminati”, pero… ¿alguien
sabe quiénes son?
Por otra parte los
masones, a quienes se asocian los Iluminatis, tienen un jefe para el que
siempre han trabajado y este es el Vaticano, es el ojo que todo lo ve y el que se
encuentra en la punta superior del triángulo. Los masones eran los antiguos
constructores de las iglesias y su jefe era, y siempre ha sido, el Vaticano.
Pero esto jamás te lo dirán en parte alguna. La verdad de la buena es que las
religiones son las que nos han esclavizado, pero eso jamás te lo dirán en las
películas. Los creadores de películas y de información dirigen nuestros
pensamientos.
Nos han metido en una
guerra de ideas. El terreno informativo psicológico y de las emociones ha
adquirido una gran importancia debido al uso masivo de las redes.
La OTAN financió hace
unos años un estudio sobre “la guerra cognitiva”. El objetivo era cambiar la
forma en que pensamos, sometiendo a nuestros cerebros a una avalancha informativa
como nunca antes en la historia.
Hasta hace poco la
OTAN tenía 5 dominios de guerra: aéreo, terrestre, marítimo, espacial y
cibernético. Ahora, con la guerra cognitiva tiene un sexto dominio, el dominio
del humano.
La OTAN define la
“guerra cognitiva” como la militarización de la ciencia cognitiva del cerebro.
Consiste en desarrollar capacidades para dañar las habilidades cognitivas de
los oponentes. Y los oponentes somos todos los seres humanos del mundo. Así los
humanos trabajamos a favor de los intereses de la OTAN. Esta guerra se libra de
manera permanente, sin principio ni fin. Así los individuos contribuyen activamente
a su propaganda.
Según un informe de la
OTAN la guerra cognitiva será la nueva guerra de este siglo. Hackeando la manera como procesamos la información
pretenden convertir a las personas en multiplicadoras, amplificadoras y
mejoradoras del discurso bélico.
Pero bueno, digo yo, nada
nuevo bajo el sol…eso ya lo han hecho anteriormente con la religión y el
patriotismo.
Resumiendo, las
películas siempre nos han forzado a creer hechos que jamás sucedieron y todo
mediante improntas y condicionamientos. Todo para que nunca lleguemos a saber
la verdad.
¿Y cuál es la
verdad?... Que vivimos en la matrix de Cristo-Rey (Estado), que el Vaticano nos
ha subyugado y que no quieren que nos escapemos de sus redes.
Recordad que la
palabra “Primado” está relacionada con la Iglesia Romana. El Papa es un
participante activo de la OTAN. En el 2014 el Papa Francisco presentó la agenda
20-30 en la ONU para su puesta en marcha.
Finalmente puedo
concluir, y concluyo, que el Primado Negativo es un programa de control mental
del Vaticano. Son las ideas que el primado eclesiástico quiere implantar en
todos los humanos.
¡Nos han colado un gol
por toda la escuadra!