miércoles, 26 de febrero de 2014

Mobbing. Un poco más de psicología.


El mobbing, dicho lisa y llanamente, es una forma violenta y macabra de echar a una persona de su trabajo.

Dicho en palabras más técnicas: el acoso moral en el trabajo, conocido frecuentemente a través del término inglés “mobbing” (acosar, hostigar y acorralar en grupo), es la acción de un hostigador u hostigadores conducente a producir miedo o terror en el trabajador afectado hacia su lugar de trabajo.

La víctima recibe una violencia psicológica extrema injustificada, a través de actos hostiles en el trabajo, por parte de sus compañeros (entre iguales), de sus subalternos (sentido vertical ascendente) o de sus superiores (sentido vertical descendente). En mi caso se juntan todos y me caen tortas por todos los lados.

Esta violencia psicológica se produce de forma sistemática y recurrente durante un tiempo prolongado a lo largo de semanas, meses e incluso años, y a esto se añaden en ocasiones accidentes fortuitos y hasta agresiones físicas en los casos más graves. O sea el mío es de los más graves.

Lo que se pretende en último término, con este hostigamiento e intimidación es que la víctima abandone su puesto de trabajo ya que es considerada por su agresor o agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales (ambición de poder).

Dicen los expertos que el fin último del acosador es el asesinato psicológico y moral de la víctima y el motivo principal es encubrir la propia mediocridad. Todo ello debido al miedo y la inseguridad que experimentan los acosadores hacia sus propias carreras profesionales. De este modo pueden desviar la atención o desvirtuar las situaciones de riesgo para ellos, haciendo de las víctimas verdaderos chivos expiatorios de las organizaciones.   

Para los acosadores el fin justifica los medios y todo vale para atacar la reputación y la  dignidad de la víctima. El acto macabro de atacar psicológicamente a una persona es intangible (no se puede ver por nadie más, que no sea la propia víctima) como la contaminación y la radiactividad, e igual de tóxico y expansivo.

Los agentes tóxicos del acoso son, en la mayoría de los casos, los superiores o jefes, apoyados a menudo por esbirros o sicarios. Es frecuente la actuación de los acosadores en grupos o bandas de acoso, y los actos de hostigamiento suelen ser gritos, insultos, reprensiones constantes, humillaciones, falsas acusaciones, obstaculizaciones para el desarrollo de su trabajo, bromitas, reírse en sus propias narices y finalmente tachar a la víctima de bruja o de loca. Todo ello puede desembocar en un auténtico linchamiento psicológico de la víctima, que si es practicado entre todos los trabajadores es muy difícil de probar, por lo que el asesinato psicológico habrá resultado perfecto.

Quien acosa intenta un daño o perjuicio para quien resulta ser el blanco de esos ataques, muy especialmente el de provocarle “miedo en el cuerpo” y la quiebra de su resistencia psicológica.
Todo proceso de acoso psicológico tiene como objeto intimidar, reducir, aplanar, apocar, amedrentar y consumir emocional e intelectualmente a la víctima, con vistas a anularla, someterla o eliminarla de la organización.

3 comentarios:

  1. Yo sufro seguimientos permanentes por parte de esbirros enviados por el clan criminal de narcos y asesinos que mató a mi padre, que tuvo una muerte horrorosa a manos de esos demonios, van propagando la infamia de que soy yo la asesina, van a todos los bares diciendo que robo, se trata de un clan de descendientes de presidiarios, todo lo que me hacen a mí, era lo que les hacían a sus padres y abuelos, son seres infames que odian y destruyen, lo más asqueroso de todo, es que la Policía les cree a ellos y les encubre por corporativismo debido a que uno de los asesinos logró acceder de manera ilegítima a la Policía, todo lo logran calumniando, pagando sobornos con las ingentes cantidades de dinero que tienen del narcotráfico, son criminales muy peligrosos que están impunes pagando a esbirros que me van siguiendo y desacreditando a todos los sitios donde voy, la unica solución sería pagar un detective para que probara que son ellos los asesinos, pero al carecer de medios económicos, nada puedo hacer, esto pasa en España, donde se permite el acceso a las policías locales a criminales de la más infame catadura, y sé con total seguridad, que a parte de mi padre, han matado a más gente, y metido droga a inocentes, hago responsable a la Policía por su incompetencia, corrupción y corporativismo, de la impunidad de estos criminales.

    ResponderEliminar
  2. Voy a exponer brevemente ejemplos de lo que me hacen a diario, entro en un supermercado y llaman y dicen que ha entrado una ladrona que mató a su padre, que tengan mucho cuidado, lo mismo en unos grandes almacenes que en un centro comercial, alertan a todos los vigilantes de seguridad me van controlando, me ponen a grupos de gente a mi paso comentando las infamias que propagan, mi madre y yo no podemos dejar el piso solo porque ya nos han entrado varias veces y robado fotos de mi padre que mataron ellos, y toda clase de efectos personales, son criminales que conocen la técnica para abrir cerraduras sin dejar rastro, mi madre se ha puesto en contacto con periodistas pero no la creen, las infamias y calumnias que propagan contra mí son vox pópuli en Valencia, también les denunció en Fiscalía pero se han negado a investigarles, yo sé lo que son porque he tenido oportunidad de escucharles conversaciones de criminales al otro lado del tabique porque se escuchaba todo, aunque hablaran bajo, hago responsable a la Policía de la impunidad de estos monstruos y del acoso que sufro a diario, por supuesto, mi caso lo voy a llevar a Estrasburgo.

    ResponderEliminar
  3. Es muy grave lo que cuentas y la justicia está corrupta en nuestro país. Yo creo que podrías contactar con el abogado Bertelli de la fundación JURE que tiene mucha experiencia en temas tan graves como el tuyo.

    ResponderEliminar