Si una cosa está clara
es que a los imperialistas (las SS), que se consideran los amos y señores de
este mundo, les encantan los símbolos y los han ido repartiendo por todo el planeta.
Así Roma también tiene
su significado, como otras capitales, y nos deja muy claro que el antiguo máximo
dirigente de esa ciudad y sus acólitos están contra el amor. Sólo tenéis que
leer Roma al revés y os dará Amor.
Roma fue ocupada en el
siglo XVII por el Sacro Imperio Románico Germánico, donde instaló su centro de
operaciones, creando el Estado del Vaticano. Aquí puso al mando del mundo, como
cabeza visible del imperio, al Sumo Pontífice o Papa.
Antes de 1600 Roma no
existía como la historia nos ha señalado; es decir… “el lugar donde habitaron
los antiguos romanos”. Los antiguos romanos son una divertida fantasía de
Hollywood. Puro entretenimiento.
La verdad es mucho más
dura y más próxima a nosotros. El Vaticano nos esclavizó y nos condujo a la miseria,
tanto espiritual como material. Nada de amor, sino todo lo contrario…pura
maldad.
Antes de 1600 no
existían fronteras en el mundo y tampoco en la península itálica. En esta
península, como en todos los lugares del mundo, habitaban pequeños pueblos
dispersos por toda la zona. La actual Roma era una ciudad menor, sin
importancia, tal como demuestran los mapas medievales que se han conservado, y
relativamente pequeña. Por esta razón no hay apenas rastro de su pasado
medieval. Fue con la ocupación del Vaticano cuando Roma empezó a alcanzar
esplendor. Fue el inicio del Imperio Romano.
La dura realidad es que La figura del Papa fue
creada para la dominación del mundo entero mediante la religión cristiana, la
colonización y la creación de un Nuevo Mundo sometido al Sacro Imperio. No
podía ser con amor, sólo con malevolencia y crueldad podían conseguir sus
objetivos.
Necesitaban crear el
caos y las guerras, única manera de que pueblos que hasta entonces eran libres,
cada uno con su lengua y su religión, poderlos dirigir al servicio e interés
del Imperio.
Ya lo dijo el gran
esclavista de España, Franco: “Una unidad de destino en lo universal”; es decir
una España con una única lengua y una única religión, impuestas por supuesto,
para podernos dirigir a un dominio universal. Está claro que Franco estaba al
servicio del Imperio Sacro y que fue ayudado por el Vaticano a ganar la guerra
civil con la condición de someternos a su potestad.
Por la guerra, el
dolor y el sufrimiento hemos sido dominados… ¡nada de amor!
La religión y el
Estado han sido creados para aborregarnos y al Sumo Pontífice romano se le ha
dado el cargo de pastor del rebaño. Él recoge los beneficios de los frutos que
nosotros producimos y los reparte con sus secuaces.
Han erigido centros religiosos
y templos, instituciones creadas para despojarnos de nuestro poder; para que el
ser humano no crea en sí mismo y dependa psíquica y emocionalmente de unos
símbolos que son propiedad del Imperio sacro. Nos ofrecen remedios y soluciones
a nuestros conflictos, provocados por ellos, con falsos paradigmas espirituales
a cambio de aceptar nuestro sometimiento a sus directrices como representantes
de lo “divino”.
El Vaticano, junto con
su imperio, ha sido y es uno de los máximos organizadores del crimen y de la
mafia. También ha creado la guerra y la militarización de la sociedad. Ha
provocado guerras y conflictos por doquier, que son sacrificios humanos… ¡el
pastor lleva al matadero a su ganado! Y recoge las ganancias.
Nos han creado un
Estado de miseria, escasez, dificultad, engaño y miedo para aprovecharse, unos
seres parasitarios, de nuestro dolor.
Nos han hecho creer en un ser divino venido a
la tierra, dicen por amor, y por él nos hemos flagelado. Nos han hecho sentir
culpables sin saber por qué; nos han hecho sentir pequeños y despreciables por
un pecado original (sin que nadie sepa qué pecado es). Nos han dicho que los
últimos serán los primeros en el reino de no sé qué cielo, mientras ellos eran
los primeros en hacerse ricos en la tierra sin preocuparse del cielo. Hemos
recitado sus mantras, con los que creábamos la realidad que a ellos les
interesaba. Les hemos dado dinero para los pobres que ha acabado en su bolsillo
de ricos. Les hemos llamado padres y madres a sus secuaces, seres miserables
que son cualquier cosa menos paternales o maternales. Hemos hecho ayuno para
elevarnos espiritualmente buscando a no sé qué Dios mientras sus representantes
lucían una hermosa tripita. Nos han obligado a destripar a nuestros
semejantes, mutilar y despellejarlos vivos. También nos han hecho incendiar
casas con las familias de nuestros semejantes dentro, mientras ellos se apropiaban de sus tierras y riquezas.
Nos han creado una
“matrix” siniestra sin que nos hayamos dado cuenta del perverso juego
organizado por ellos.
Roma nos ha engañado
vilmente, con premeditación y alevosía, y Cristo no vino al mundo por amor,
sino por todo lo contrario.
bravo Artemisa que bé que escrius , m'agradat ✨👏✨
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