Otra de las acusaciones
que me hace el juez es la grave desconsideración que tengo con los compañeros.
¡Por favor! ¿Qué
compañeros? ¿Mis no-compañeros?
¿Los que me acosan desde
hace años?
Dice el juez que los
amenazo y provoco enfrentamientos.
Eso sí, no indica ni cuándo,
ni cómo les he amenazado.
¿Sabéis por qué? Porque
no consta ni una sola amenaza, en todo el expediente, que yo haya hecho a
nadie.
Son ellos los que me han
agredido y amenazado a mí. Pero claro, eso no consta en el expediente.
En cuanto a este
apartado, dice el juez que la Sargento refleja que yo la llamé mentirosa y
repelente.
¡Para morirse de risa!
¡Si no fuera porque a mí me hace llorar!
¡¿Cómo puede ser tan sinvergüenza
y maquiavélica la Sargento?!
Sobre todo porque es ella
la única, en todo el laboratorio, que insulta a la gente con la que no congenia
y es ella la persona más maleducada de todo el laboratorio.
¡No hay otra igual!
Además, dice la Sargento
que en otra ocasión abrí de golpe un cajón a mala idea, cuando ella estaba
cerca y, sin avisarle, le di un golpe.
¿Será eso cierto? Supongo
yo, que si eso es verdad y le hice daño, habrá un parte de urgencias.
¡Pues no veo yo el parte
de urgencias en todo el expediente!
¡Todo dimes y diretes!
¡Pero en mi caso los dimes
y diretes van a misa!
¡El juez sólo tiene vista y oídos para los dimes y diretes del Capitán y
sus secuaces!
Muchos jueces son funcionarios a sueldo de los que mandan; tu caso es tan solo una muestra de ello. Alardeamos de vivir en el siglo XXI, pero hay cosas que no han cambiado desde la Edad Media. Lo único diferente es el maquillaje que llevan puesto.
ResponderEliminar¿Sabes aquéllo de que "Piensa el ladrón que todos son de su condición"? Pues parece que es lo que le ocurre a esta Sargento. Ella es la que miente e insulta, pero también es ella la que acusa a los demás de hacerlo.
ResponderEliminarPor otro lado, me pregunto yo cuánto daño puedes hacer a alguien abriendo de golpe un cajón. Imagino que debió de ser tan doloroso que se sintió obligada a hacerte la vida imposible... En fin...