Os voy a contar una
historia, una muy verdadera, mucho más que las múltiples patrañas que nos han
obligado a estudiar en la escuela.
Es posiblemente
nuestra historia real, bueno, la que entiendo yo que más se aproxima a la real.
Lo cierto es, que los acontecimientos acaecidos durante el periodo de la Edad
Media han sido borrados por los poderes fácticos, que nos han sometido durante
los últimos siglos. Hay un gran agujero negro en la historia del pasado milenio.
La exacta realidad, posiblemente, no la conoceremos nunca.
La historia toda es un
batiburrillo de mitos, leyendas, fábulas, historietas, medias verdades y
mentiras varias. Toda entera está manipulada y tergiversada para eliminar, de
un plumazo, nuestra antigua identidad, para borrar del mapa lo que éramos y lo
que conseguimos antes de la Edad Moderna.
Para ello destruyeron
la biblioteca de Alejandría los que ostentaban el poder al inicio de la Edad
Moderna, o séase el Papa y sus compinches, los del Sacro Imperio Románico
Germánico. Y la biblioteca no es que estuviera en un lugar con ese nombre, sino
que estaba dispersa por todo el mundo. Eran los manuscritos y documentos de las gestas de nuestros
antepasados. Era la vida y la identidad de nuestros ancestros que borraron de
un plumazo. Sus logros y sufrimientos, su misma existencia, se desvaneció y con
ello nos robaron nuestra identidad primigenia.
Y todo fue realizado
por monjes y jesuitas, el ejército papal de principios de la Edad Moderna.
Resultado de todo ello
es la existencia de un gran agujero negro en la historia del siglo pasado, en la época de la Edad Media.
El gran San Jorge se la ha tragado con la ayuda de su dragón.
Los monjes y jesuitas
expoliaron todos los manuscritos existentes en el mundo, hasta ese momento y, a
partir de entonces, construyeron sus monasterios y se encerraron a cal y canto,
con la misión de reconstruir la Historia mundial.
Fue el inicio de la
censura que tan en boga está en nuestros días.
Anatoly Fomenko es un
matemático ruso que, en la década de los 70 del siglo pasado, se dio cuenta que,
según la astrofísica, la cronología de la historia no cuadraba con la que nos
han contado en colegios y universidades. Lleva años investigando la historia,
utilizando la estadística y la astronomía, con la colaboración de Gleb Nosovsky
y otros colegas rusos.
¡Qué nadie ponga el
grito en el cielo! No os ensañéis conmigo. Yo sólo soy el mensajero.
La verdad, pienso que
hay muchos historiadores que son perfectamente conscientes de que la historia
está manipulada.
Uno que lo ha dicho
abiertamente es Henri Kamen, un historiador afincado en España. Según sus
palabras: “la historia de España es una sucesión de fake news”.
En España hay más que
lo dicen. El 26 de marzo del 2012 hubo en la sala Goya del palacio de la
Aljafería, en Zaragoza, una jornada de estudio de la asociación de
exparlamentarios de las Cortes de Aragón sobre la manipulación de la historia.
En palabras de José Luis Corral, profesor de historia medieval en la
Universidad de Zaragoza, “la Historia es una de las disciplinas más
tergiversadas a lo largo de la propia historia”.
Ya lo dijo la
escritora británica Jane Austen hace dos siglos: “Me maravillo a menudo de que
la historia resulte tan pesada, porque gran parte de ella debe ser pura
invención”.
O, el escritor Pio
Baroja: “La historia es siempre una fantasía sin base científica, y cuando se
pretende levantar un tinglado invulnerable y colocar sobre él una consecuencia,
se corre el peligro de que un dato cambie y se venga abajo toda la armazón
histórica”.
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