El Timo de las Vacunas

 

Ciertamente los fundamentos de la era moderna capitalista que nos ha tocado vivir son la mentira, el engaño y la estafa. Y esto es así desde que se crearon los Estados en el siglo XIX.

Uno de los timos más impresionantes que nos han empaquetado, desde el principio de los tiempos, es el de las vacunas. La farsa la comenzaron a desarrollar durante la presunta pandemia de gripe de 1918 y la han ido perfeccionando continuamente, hasta nuestros días. El negocio empezó con los poderosos Rockefeller cuando emprendieron la organización de la mafia de la salud. Es un fraude que a los señores poderosos del mundo les da un resultado fantástico… ¡No veas cómo llenan sus arcas!

La última que nos han montado ha sido muy gorda y me refiero, naturalmente, a la jodienda de la plandemia del virus de moda. Ahora está saliendo la verdad a la luz, aunque los poderosos intentan mantenerla debajo de la alfombra.

La importante noticia fue dada en el Parlamento Europeo en octubre del año pasado: la CEO de Pfizer, Janine Small, ha admitido lo que muchos cautos, que sospechamos de la mafia mundial y que nos tildan de locos, dábamos por seguro… “la vacuna contra el Covid se administró ignorando si serviría para detener la transmisión del virus”.

Como comprenderéis la confesión es importante porque contradice el argumento de gobiernos y farmacéuticas contra quienes no querían vacunarse… “sin vacunas los contagios se dispararán”. Es decir, si no te inoculas nuestro veneno contagiarás a tu familia, vecinos y demás gente. ¡Una gran patraña!

Concentración de mentiras: ni inmunidad, ni impiden la transmisión, ni evitan la enfermedad, ni la hacen más leve y ni tan siquiera evitan la muerte.

Ahora reconocen que millones y millones de personas han sido utilizadas como conejillos de indias. Millones y millones de personas en todo el mundo han caído en sus garras.

Ya lo sabéis los que os habéis inoculado, habéis sido carne de cañón para sus experimentos, para comprobar la eficacia de las terapias génicas en incipiente desarrollo.

Ahora nos lo dicen, con toda la frialdad del mundo, pero les da igual porque el negocio ya está hecho y les ha salido redondo. Son psicópatas; gente sin alma y muy poderosa. Ellos se adueñaron del mundo desde el inicio de los tiempos modernos.

Naomi Wolf, escritora americana, investigadora y consultora política, ha podido acceder a la información relativa a las vacunas contra la Covid de la compañía Pfizer, tras una solicitud a la FDA por vía judicial.

Dice claramente en una entrevista, en octubre de 2022: “yo soy una de las pocas personas, junto con mis 3500 expertos, que hemos visto los documentos Pfizer. Y yo te puedo decir: ellos sabían al mes después de la implementación que esta vacuna no funcionaba. Y la razón por la que digo “asesinato en masa” con tal calma, es que sí, y no solamente eso, la FDA lo sabía. Porque al final de estos documentos dice “FDA confidencial”. La FDA tiene custodia de estos 50000 documentos que Pfizer fue obligado a revelar. Así que ellos sabían que no funcionaban, ellos sabían, a los 3 meses, que 1200 personas habían muerto. Cuatro personas muertas al día, de las que se inyectaron. Y continuaron con la vacunación… Ellos sabían en abril del año pasado que los corazones de los niños estaban siendo dañados una semana después de la inyección. Y continuaron con la vacunación.”

Por otra parte, Edward Dowd, exdirector general de BlackRock, dijo en una entrevista que Pfizer y la FDA habían cometido fraude al ocultar datos que mostraban el fracaso de los ensayos clínicos.

Dijo Dowd: “Me enteré por un amigo de la industria biotecnológica de que Pfizer había fallado su criterio de valoración de la mortalidad por todas las causas en el ensayo inicial… La mortalidad por todas las causas es la norma de oro en cualquier ensayo de medicamento en la FDA. Cuando falla ese criterio de valoración, el fármaco no se aprueba”.

Blanco y en botella.